“Ni pies ni cabeza” tiene un subtítulo que lo dice todo: ‘Una novela de picoletos sobre el patriotismo y las distintas formas de liarse un porro’. Y posiblemente ese sea el mejor resumen que se puede hacer de este libro.
Pero como me pagan por lo de las reseñas, tendré que currármelo
un poco (mentira, a mí nadie me paga por esto).
“Ni pies ni cabeza” empieza con el descubrimiento de un
cadáver por parte de dos guardia civiles que estaban en el sitio que no tenían
que estar en el momento que no tenía que ser, y en las circunstancias que no se
deberían haber dado. Para ponerles las cosas sencillas, dicho cadáver se
encuentra sin pies ni cabeza, y, para más inri, pertenece al Secretario General
de la Asociación Unificada de Guardias Civiles. Para resolver (o no) el caso se
valen de Juan Alberto Elías, un miembro del cuerpo bastante torpe, cuyo padre,
también guardia civil, falleció en extrañas circunstancias. Pero Juan Alberto
cuenta con la inestimable ayuda de Kiko y Castro, los dos compañeros que
encontraron el cuerpo (o medio cuerpo), y de Edu, su inestimable amigo de la
niñez, ex yonki , y al cual la vida le ha zarandeado más de una vez, así como
de la forense del caso, la doctora Ana Conda.
De esta manera nos vemos sumergidos en un trepidante thriller
lleno de acción, y que se desarrolla en tan solo tres días, y en el que no
falta esa gran dosis de humor tan característica del autor.
Juan Carlos Córdoba es humorista, es guionista, y, sobre
todo, es inteligentísimo. Y todo ello lo demuestra en cada página del libro.
Pero lo que también queda muy patente es que conoce muy, pero que muy bien, una
institución como la Guardia Civil, porque él formó parte del cuerpo durante
muchos años. Por eso puede permitirse hablar de ciertos temas y dejar al
descubierto ciertas cosas, sin que se le pueda llevar la contraria ni poner en
duda una sola de sus palabras. ¿Y por qué dejó la Guardia Civil? Pues porque él
es humorista, y pertenecer al Cuerpo ya no le hacía ni puñetera gracia.
Yo personalmente, agradezco esta decisión, ya que así puedo
disfrutar de su ingenio, ya sea a través de las letras o en uno de sus
espectáculos. Y no, no sé cómo era como agente, pero sí sé que para hacer lo de
la risa es un auténtico crack.
Así que si queréis disfrutar de una novela divertida,
adictiva, trepidante, con muchísimo humor, pero que a la vez consigue hacerte pensar,
no lo dudes y hazte con “Ni pies ni cabeza”.
Y si lo que quieres es pasar un rato realmente bueno,
llegando a llorar de la risa, y pasándote ciertas censuras por donde hay que
pasárselas, no te pierdas sus espectáculos.
Porque este hombre, haga lo que haga que tenga que ver con
el humor, lo borda.
Links de interés:
TW del autor: Juan Carlos Córdoba
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