Todo lo que yo pueda decir de Gabri Ródenas es
poco. Hace tiempo que le debo alguna reseña en el blog, y me he aprovechado de
su generosidad para ir retrasándolo hasta este momento.
“Los Pasajeros” supone una revolución respecto a las
anteriores novelas de Gabri, que cada vez va dejando el listón más alto. No sé
ya qué podremos esperar de la siguiente.
En “Los Pasajeros” comparten escenario personajes
tan dispares como Teresa de Silva, una filósofa y ávida lectora, Nico García,
un joven desahuciado de la vida, Tim Heredia, un médium que da ese punto
canalla tan imprescindible en las novelas de Gabri, Cata, una misteriosa gata,
e incluso Diego de Vega, es decir, el mismísimo Zorro.
Una de las cosas que me ha gustado especialmente
es que estos personajes se presentan a sí mismos en primera persona, quedando
de esta manera claramente diferenciadas sus dispares personalidades. Yo tengo
que destacar el capítulo que sirve de presentación del segundo personaje, Nico
García, el cual me pellizcó totalmente el alma.
La novela nos habla de unas vidas cruzadas,
aparentemente por casualidad, y que convergen en un punto de no retorno para
embarcarnos en una aventura a través de viajes en el tiempo y en el espacio. ¿O acaso es algo tan
sencillo como la sincronicidad? Tendréis que descubrirlo, porque en las novelas
de Gabri siempre hay que rascar un poquito. Y en “Los Pasajeros” podemos
sumergirnos, casi sin darnos cuenta, en el mundo de Chesterton, o en los
personajes de René Magritte. De la mano de unos secundarios, tan principales,
como lo son Caronte y sus golconditas. El resto, debéis averiguarlo vosotros.
Gabri Ródenas posee un increíble talento para estudiar,
ver y observar la actualidad política, económica y social, que parece que le
permite “predecir” sucesos. No creo que él pueda viajar en el tiempo ni tenga
una bola de cristal en casa, sencillamente tiene una capacidad de análisis tan
extraordinaria que parece que sea un visionario. Y no sólo en esta novela.
“Los Pasajeros” nos deja al final un muy buen
sabor de boca, ya que deja latente un tremendo optimismo, una gran esperaza…
¿quizás en el ser humano?
Quiero destacar que las novelas de Gabri
desprenden un sentido del humor y una ironía que considero totalmente
necesarias hoy en día. Quiero aprovechar para recomendaros que os hagáis
también con sus dos primero títulos “El búnker de Noé” y “Estación Orichalcum”
los cuales me engancharon desde la primera página, y que, como bien sabe el
autor, su protagonista, León Poiccard me tiene totalmente enamorada.
No puedo terminar esta reseña sin expresar mi
absoluta admiración hacia Gabri Ródenas, su gran talento literario, su sublime
sentido del humor y su infinita generosidad. Gracias por todo, cowboy.
Mil gracias, Olga, por esta fabulosa reseña.
ResponderEliminarBesazos
G
Me ha gustado mucho la reseña Olga. Gabri es un gran escritor y un tipo fuera de serie. Te voy a seguir de cerca rubia; )
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